Go Study Australia

Laura y su beca con Go Study para cumplir un sueño en Australia

Ganadora de una de nuestras becas en 2017, cumplió su sueño de ir a Australia y vivir al máximo la expeirencia de vivir en Sydney.

«La felicidad hay que salir a buscarla (aunque a veces esté a miles de kilómetros). ¿Y tú? ¿Cuándo vas a empezar tu aventura? You only live once, mate!»

¡Cuéntanos tu historia, Laura!

Ya está aquí El Diario a bordo de Laura Partal, nuestra última ganadora de una beca en Australia y que ya mismo está disfrutando de su premio desde el mismísimo Sydney. En los próximos días os iremos contando su aventura a través de los textos, fotos y vídeos que ella misma nos manda desde allí. Su aventura no ha hecho más que comenzar y Laura no ha parado en su afán por conocer a fondo las antípodas.

Os presentamos el primer capítulo de su diario a bordo, desde el minuto cero de su aventura, justo antes de cumplir su sueño en Australia, hasta su llegada al aeropuerto de Sydney. Ahí van sus primeras sensaciones, esperemos que os guste y MUY atent@s al siguiente capítulo ????

«¿Cómo empezar a hablar de algo tan grande así sin más? Dicen que todo viaje empieza siempre por un primer paso, pero… ¡qué gran paso! Ya me parecía increíble desde hacía varias semanas el hecho de estar preparando poco a poco las cosas (ver cómo mis padres me habían cambiado los euros a dólares, cómo mi madre preparaba con detalle cada una de las cosas que iban a ser necesarias en mi viaje, cómo iba despidiéndome poco a poco de la gente, cómo los chicos de Go Study Australia me terminaban de enviar toda la información sobre mi estancia…), en definitiva, ver cómo todo iba cogiendo forma. Quedaban apenas 2 semanas y yo ya estaba empezando a notar los nervios en el estómago. Todo lo que hacía era visitar páginas de internet en busca de información turística, qué ver en Australia, qué comer en Australia, qué tiempo hace en Australia… (debí hacer caso a lo que las páginas decían sobre esto último porque, sí, en Australia también puede hacer frío).

Sabía que no era la mejor estación para viajar a Sydney (ahora allí es invierno), pero… ¿y qué? Solo bastaba con poder disfrutarlo y vivir al máximo la experiencia. Y allí iba yo, cuando me quise dar cuenta ya estaba en el aeropuerto, a las 8 de la mañana, con mi maleta rosa y a punto de iniciar la que iba a ser mi gran aventura. Facturé y me dispuse a pasar el control. Me despedí de mis padres. No os voy a negar que solté alguna lágrima, pero eso sí, compensada después por la incertidumbre y las ganas de iniciar mi viaje. Pasé el control y me dirigí hacia la puerta de embarque. Tras una espera no demasiado larga, nos dieron paso para acceder al avión, ¡y vaya avión! Despegamos. Veía cómo la tierra se iba quedando más y más abajo y mis nervios no hacían más que aumentar. Todo eran soplidos con tal de aliviar las mariposas de mi estómago. No me dio tiempo a pensarlo demasiado cuando las azafatas de Qatar Airways ya nos estaban sirviendo el desayuno. Debo decir que creo que no he comido más veces seguidas que durante las 23 horas de vuelo que tardé en llegar a Australia. ¡Qué cantidad de comida! La atención por parte de las azafatas fue genial.

¿Cómo afrontar tantas horas de vuelo? Os preguntaréis. Pues es sencillo porque los aviones de esta compañía son increíbles. Puedes pasar horas y horas viendo películas de su biblioteca o bien jugando a la infinidad de juegos que tienen en la pantalla. Cuando menos me esperaba ya estaba en Doha, donde mi vuelo hacía escala. No tenía que recoger las maletas porque ellos me las cambiaban directamente al otro avión, así que me dispuse a caminar hacia mi próxima puerta de embarque y la espera fue sumamente corta y enseguida estaba subida al siguiente avión.

Para mi sorpresa, pensando que aún no podía ser más grande, este segundo avión lo era. Asientos comodísimos, mantas para no pasar frío, cojines para estar más cómodos… Película tras película, con alguna que otra cabezadita incluida, llegamos a Australia. en miles de carteles. Salí del aeropuerto y tenía reservado un shuttle para dirigirme a la casa de la familia de mi ‘homestay’ (estancia en una vivienda local). Los nervios seguían rondando mi barriga por no saber qué iba a encontrarme allí. Eran las 18:30 hora local en Sydney y no os voy a negar que tenía unas ojeras y un jet lag que posteriormente durarían aproximadamente 4 días, pero dicen que sarna con gusto no pica, así que ¡no worries!

Llegué a mi homestay y me recibieron con los brazos abiertos, me mostraron la casa y me explicaron un poco las normas de cómo ellos funcionaban. Me di una ducha y me fui directamente a la cama con mil pájaros revoloteando en mi cabeza y sin poder sacarme de la cabeza lo lejos que estaba de casa.

Me fui a dormir porque al día siguiente me esperaba mi primer día de escuela en ILSC – Sydney. Continuará…. Dicen que, a veces, la felicidad llega sola, yo no lo creo así… la felicidad hay que salir a buscarla (aunque a veces esté a miles de kilómetros). ¿Y tú? ¿Cuándo vas a empezar tu aventura? You only live once, mate!

He estado en Sydney más de cuatro años, trabajando en la empresa Planet Entertaiment durante tres de ellos. Planet Entertaiment se encarga de proveer de equipamiento lúdico por todo el estado de New South Wales.

Primero empecé en un rol un poco menos importante, pero un año después, ya tuve un puesto mejor. Entonces apliqué a una visa 457 permanente. En la empresa yo soy el responsable eléctrico y supervisor de eventos al mando.

Tuve suerte de encontrar este trabajo gracias a un amigo y a Go Study, pero trabajé duro para poder mejorar y mantenerme allí.